Declaración Profesores/as Izquierda Libertaria
El Paro Nacional
docente –que actualmente lleva más de 50 días- es el reflejo del escaso diálogo
que ha existido entre el gobierno y los profesores del país en torno a la nueva
y necesaria carrera docente. Esta situación vivió su punto más agudo el viernes
pasado cuando el presidente del Colegio de Profesores decidió suspender la
Asamblea Nacional del espacio, al no ver la posibilidad de bajar el paro.
Las propuestas
de modificación a los 11 puntos presentados por el Colegio de Profesores no han
sido respondidas de forma satisfactoria por el gobierno. Por ejemplo, se han
postergado discusiones relevantes, como
las relacionadas con el agobio laboral, y solo se han cambiado algunas
palabras, sin cambiar el fondo, de la tan criticada certificación y
estandarización de las evaluaciones que propone este proyecto de ley. Imponer lo
anterior como un avance de nuestras demandas como docentes es poco serio,
autoritario y, por sobre todo, falso. El
gobierno ha demostrado una posición tozuda y sobreideologizada en base a una
propuesta de carrera docente que tiene como únicas centralidades visibles, una
profunda desconfianza en nuestros desempeños y una visión neoliberal de nuestro
futuro laboral.
Este escenario
no solo sigue dañando la paupérrima imagen y desempeño en el ámbito educacional
que ha demostrado este gobierno -y el ex ministro Eyzaguirre en particular-
sino que también amenaza con debilitar los mecanismos institucionales de
nuestro gremio, al ser usados como una “retaguardia” de los intereses de la
coalición gobernante. Fue la Asamblea
Nacional la que decidió iniciar el paro indefinido y debe ser este mismo
espacio el que zanje la resolución de esta movilización. Por lo mismo, nos
sumamos a las voces mayoritarias de nuestro gremio que piden una consulta
nacional abierta, que permita presentar las propuestas del gobierno y destrabar
este conflicto.
Por otra parte,
desde Izquierda Libertaria saludamos la convicción, trabajo y dedicación que
los profesores de nuestro país han demostrado en estas movilizaciones. Estas
ideas nacen del convencimiento y necesidad de mejorar nuestras condiciones laborales, pero
también los aprendizajes de los estudiantes. En este proceso hemos señalado
enfáticamente: somos nosotros los protagonistas de las reformas en curso.
Afirmamos que no
habrá salida a esta movilización mientras no se cambie la lógica punitiva y
poco rigurosa de este proyecto. En este sentido, los siguientes puntos son
centrales:
1) Evaluación docente formativa que incentive el trabajo colaborativo. La evaluación no debe ser punitiva, por lo tanto no puede ir vinculada directamente con nuestros sueldos.
2) Respuestas y plazos concretos para las reivindicaciones sobre agobio laboral, sobre todo las demandas de distribución de 50/50 entre horas lectivas y no lectivas y la disminución a 30 alumnos por sala.
3) Reconocimiento al perfeccionamiento docente y su vinculación con universidades acreditadas.
4) Bono al retiro para los docentes cercanos a la edad de jubilación.
1) Evaluación docente formativa que incentive el trabajo colaborativo. La evaluación no debe ser punitiva, por lo tanto no puede ir vinculada directamente con nuestros sueldos.
2) Respuestas y plazos concretos para las reivindicaciones sobre agobio laboral, sobre todo las demandas de distribución de 50/50 entre horas lectivas y no lectivas y la disminución a 30 alumnos por sala.
3) Reconocimiento al perfeccionamiento docente y su vinculación con universidades acreditadas.
4) Bono al retiro para los docentes cercanos a la edad de jubilación.
Consideramos que lo más importante de este movimiento
ha sido la organización docente que ha surgido desde los distintos comunales
del país. Estos, de forma autónoma, han reflexionado desde su experiencia
cotidiana en el cómo resolver los problemas de la actual crisis del sistema
educacional chileno. De forma paralela, han exigido más democracia y
participación en la toma de decisiones, ya sea al interior del Magisterio como
en relación al gobierno y al poder legislativo. Para nosotros, todas estas
características son los pilares de la construcción y consolidación de un nuevo
movimiento docente, que no irá a la zaga de los viejos partidos políticos, sino
que será lo que ha demostrado hasta ahora: un actor protagónico, a nivel de
propuesta y movilización, de los cambios que Chile necesita.
A defender
nuestras demandas, el sentido pedagógico de nuestra movilización y a fortalecer
y proyectar nuestras organizaciones docentes. Por nuestra educación, por
nuestros estudiantes y profesores, llegamos para quedarnos.
¡Arriba las y los
profesores que luchan!