Caminata del Silencio: Estamos Hartas
Como un acto en repudio a la violencia experimentada por las mujeres, y que ya ha cobrado 10 víctimas en lo que va de este año en el país, el movimiento feminista de Valdivia, convocó el día de ayer a una Caminata del Silencio. Este tipo de actividades, como declara Siomara Molina, asistente feminista, han sido herramientas que las mujeres
hemos utilizado históricamente para poder transformar nuestro
silencio en gritos de rebeldía.
La actividad contó con la presencia de varias organizaciones feministas de Valdivia, además de individualidades, que ya no están dispuestas a hacer oídos sordos a la violencia y discriminación a la que son sometidas las mujeres en la sociedad actual. La Caminata tuvo como motivo central evidenciar esta violencia a través del hecho de que ya hay 10 asesinadas en el país, víctimas del machismo.
En este año -dice Siomara- van 10 femicidios, hasta
hace el año pasado y el año antepasado en esta fecha habían 5. No
quiero decir con esto que la cantidad signifique que es más o menos
importante, lo importante es la vida de las mujeres. En ese sentido es
que nosotras creemos que hay que generar estrategias que le muevan el
imaginario a las personas y que vayan un poco observando y
reflexionando sobre lo que está pasando.
Las participantes aprovecharon además de hacer un llamado a la izquierda revolucionaria chilena, a que comience a dar la discusión abierta sobre el feminismo y que esta no quede relegada a un acotado grupo de mujeres. Ahora que se avecina un nuevo gobierno, dice Camila Flores, miembro Histeria Colectiva,
es importante que el movimiento social empiece también a poner en la palestra las demandas del movimiento feministas y que se dote el contenido desde un
punto de vista revolucionario.
Adjuntamos la declaración pública:
"Estamos Hartas" DECLARACIÓN FEMINISTAS VALDIVIA
11 de febrero de 2014 a la(s) 23:26
Las
organizaciones e individualidades que hoy nos reunimos en torno a un
feminismo latinoamericano y anticapitalista, desde el sur de Chile
manifestamos:
Estamos en febrero, mes del amor, de
regalos, flores, chocolates y viajes, un mes donde se muestra el amor a
través de tarjetas y mensajes como “te amo”. Pero mientras una mano
sostiene la flor la otra guarda puño del agresor.
Cada día
mujeres y niñas sin discriminación de edad vivimos violencia. En las
leyes y políticas públicas, se ha restringido la violencia sólo a un
espacio familiar, disociando el problema de un sistema patriarcal y
perpetuando que los hechos aberrantes sigan ocurriendo. Si tocan a una
nos tocan a todas: hemos soportado abusos sexuales cuando niñas;
agarrones, miradas lascivas con la excusa de piropos; hombres que abusan
de su puesto de poder como profesores, curas o jefes que piden “favores
sexuales” a cambio de ciertos beneficios.
Si soy
mapuche soy doblemente oprimida, si soy pobre y endeudada, triplemente
oprimida, la violencia se agudiza en el país más neoliberal del mundo,
sin respeto a nuestra tierra ni a sus culturas ancestrales. Con un
sistema previsional ladrón, un código laboral que nos impide luchar por
nuestros derechos: en el mundo del trabajo nos discriminan por ser
madres trabajadoras, nos violentan cuando hay mujeres que no pueden ir
al baño en su jornada laboral y las obligan a usar pañales. ESE ES
NUESTRO CHILE PURO Y AZULADO.
Me violentan cuando
soy pobre y debo abortar en la clandestinidad, cuando mi sexualidad
está determinada por políticos y eclesiásticos. Cuando soy sureña,
madre, artesana, lesbiana, machi, en el fin del país, con un gobierno
que gobierna para Santiago, con tantos compañeros de izquierda que son
igual de conservadores que la derecha, estamos en la misma mierda. Por
eso, llamamos a la izquierda a concientizar e incluir en sus demandas
las reivindicaciones históricas del movimiento feminista en Chile, no
basta sólo con “solidarizar”, es nuestro deber revolucionario.
La
violencia contra las mujeres está enraizada y naturalizada en nuestra
cultura, y se sigue reproduciendo un sentido común cómplice que la
fomenta. Por eso, aunque más de cien mil mujeres denuncian, otras miles
no llegan a denunciar las agresiones, la explotación, abusos sexuales y
otras violencias dentro y fuera de las familias. Este sentido común ha
instalado socialmente que las mujeres no podemos decidir sobre nuestros
cuerpos; sacraliza la maternidad aun cuando sea resultado del abuso de
poder y la violación incluso en niñas, agregando a esta violencia la
negación del aborto; nos hace objetos y gancho para la publicidad de
productos comerciales varios; inculca además que somos propiedad de los
hombres y debemos responder a sus deseos, razón por la cual unos cuantos
convivientes, maridos, pololos, andantes, pasados o presentes, llegan
incluso a cometer femicidio.
Es
por esta razón que este mes nos sumamos a dos acciones: “La Caminata
del Silencio”, que se ha hecho en Arica, Valparaíso, Puerto Montt,
Temuco y Valdivia. En Santiago además, mujeres familiares de asesinadas
encabezaron última marcha del 25 de noviembre. Levantamos el silencio
como grito de rebeldía y respeto por las mujeres asesinadas. Acompañadas
caminamos, demostramos que no estamos solas. Además nos sumamos a
"Un
Billón de Pie”, un baile de justicia y compañerismo mundial, donde en
todos los continentes se levantan mujeres por nuestras caídas, por las
que sufren diariamente y por nuestra liberación en todos los ámbitos de
la vida. Queremos romper con esta sociedad machista a través del arte y
la conciencia de que estamos unidas bajo el mismo sentir.
Sólo
en lo que va del año 2014 ya son 10 las mujeres asesinadas, el luto y
la rabia nos acompañan, pero seguiremos denunciando las creencias y
prácticas que subordinan a las mujeres, no hay gobierno que logre los
cambios sin una movilización fuerte y capaz de conducirlos; luchando
contra la impunidad de los agresores sean de donde sean; afirmándonos en
nuestro valor, autonomía y decisión de erradicar la violencia de
nuestras vidas, e impulsando la reflexión de mujeres y hombres para ir
transformando esta cultura patriarcal hacia una nueva humanidad.
Cuando la mujer avanza ningún hombre retrocede!
Viva la lucha feminista!
VENCEREMOS