Reforma Laboral: un traje a la medida del gran empresariado.
"No
podemos seguir pensando que tenemos que enfrentar a trabajadores con
empresarios",
expresa la Ministra del Trabajo Ximena Rincón en Cooperativa (1), al
tiempo que se apunta en el proyecto de reforma laboral que esta viene
a “saldar
una deuda pendiente con los trabajadores”.
Sin embargo, en palabras de Jorge Castañeda, dirigente de Aseo y
Ornato de Valdivia, “es
en el mismo proyecto
de reforma laboral emanado por el ejecutivo donde se expresa
explícitamente la voluntad de profundizar la flexibilidad laboral,
dejando intacto el plan laboral de José Piñera, a pesar de poder
modificarlo al tener numéricamente la mayoría parlamentaria”.
Esto se explica si se considera las constantes intervenciones de
organizaciones empresariales como la SOFOFA y la CPC, que en
reiteradas ocasiones sostuvieron reuniones con personeros de gobierno
para “comunicar” sus inquietudes, al tiempo que declaraban en la
prensa sus objeciones al proyecto. Y es que “la
gran mayoría de los congresistas actuales son financiados por
los empresarios, en consecuencia, estos responden a esos intereses y
no al de los trabajadores”,
en palabras de Viviana Delgado, dirigenta de FENASIB (Federación de
sindicatos Bigger-Unimarc).
No
obstante, el tutelaje del empresariado está presente desde el origen
del proyecto de reforma laboral, ya que la discusión sostenida en el
parlamento y las indicaciones que se le han hecho, han apuntado a
empoderar al empresariado frente a los trabajadores/as, entregando
mayores garantías a los primeros e imponiendo mayores restricciones
a los segundos en puntos fundamentales como el Derecho a Huelga,
profundizando así la vulneración de los derechos laborales en
Chile, manteniendo el problema de la cobertura de trabajadores/as
sujetos a negociación colectiva y el problema del poder requerido
para negociar efectivamente.
Entre
los aspectos regresivos que conformarían la nueva legislación del
trabajo, se incorporan:
- Pactos de adaptabilidad. Estos establecerían condiciones especiales de trabajo para materias de jornada laboral, descansos, tiempos de colación y jornada pasiva, permitiendo establecer tiempos irregulares de trabajo, saltándose los resguardos sobre derechos establecidos en el actual código de trabajo. Si bien a simple vista el trabajador o trabajadora podría beneficiarse de flexibilizar horarios de la jornada laboral, esto se vuelve perjudicial considerando la actual capacidad de los sindicatos para hacer frente al empleador.
- Remplazo en huelga. Las indicaciones hechas al proyecto de reforma, contemplan dos modalidades de remplazo: Los servicios mínimos, los que se mantendrían funcionando durante la huelga y serían establecidos con anterioridad a la negociación colectiva entre trabajadores y empleador, siendo responsabilidad del sindicato proveer estos servicios, incurriendo en una práctica desleal grave de no hacerlo; y las adecuaciones necesarias, las que se sustentan en el actual código del trabajo que permite el desempeño de múltiples funciones para un mismo/a trabajador/a. Esto permitiría que, en un contexto de huelga, la empresa pueda “adecuar” a un trabajador/a en algún área paralizada, posibilitando un remplazo interno encubierto y fraudulento, lo que debilita la capacidad de presión del sindicato en negociación.
- Prohibición de negociación inter-empresa y negociación ramal. Se cierra la posibilidad de negociar colectivamente en niveles superiores al ámbito local, restringiendo el sindicalismo al ámbito único de la empresa. Esto reduce el campo de acción de los trabajadores/as en negociación colectiva, al contar con menos fuerza para negociar de igual a igual.
- Mayores restricciones a la negociación colectiva. Esta será permitida para trabajadores eventuales, pero sin derecho a fuero ni a huelga. Trabajadores del sector público quedan excluidos del derecho a negociación colectiva. No se podrán negociar las facultades de administración del empleador, y los sindicatos no podrán acceder al Balance Tributario de la empresa, manteniéndose engorroso y arbitrario el mecanismo de la empresa para declararse en “malas condiciones económicas”. Ante estas circunstancias, los beneficios conseguidos en negociaciones colectivas anteriores, podrán negociarse a la baja.
- Desconocimiento del derecho a huelga. Se entenderá la huelga sólo como un procedimiento de la negociación colectiva, imposibilitando el derecho de trabajadores/as para determinar las circunstancias del ejercicio de la huelga, derecho reconocido internacionalmente por organismos como la OIT. Por otra parte, se transfiere la facultad presidencial de mandar a la reanudación de faenas, al Juez de Letras del Trabajo, pudiendo convertirse en una práctica más recurrente.
Sin
lugar a dudas, en el actual escenario de corrupción y deslegitimidad
de la política de los partidos tradicionales, “saldar
la deuda pendiente con los trabajadores”
es imposible sin la participación real de los/as trabajadores/as de
todo el país.
“Pensamos que Chile debe tener derecho a una huelga efectiva, como en todos los paises, y acá de nuevo se nos está negando”, afirma Rodolfo Almonacid, Dirigente del sindicato cervecero Kunstmann. Sus compañeros del sindicato, Luis Sandoval y Luis Pérez lo respaldan. En la misma línea, Sandoval declara que “nosotros no fuimos partícipes de esto, generalmente cuando las autoridades implementan una ley o reforma, primero la idean y cuando estan por aprobarlas, nos llaman a los trabajadores a sumarnos, y eso es erroneo porque deberíamos ser partícipes de la elaboración del proyecto”.
“Pensamos que Chile debe tener derecho a una huelga efectiva, como en todos los paises, y acá de nuevo se nos está negando”, afirma Rodolfo Almonacid, Dirigente del sindicato cervecero Kunstmann. Sus compañeros del sindicato, Luis Sandoval y Luis Pérez lo respaldan. En la misma línea, Sandoval declara que “nosotros no fuimos partícipes de esto, generalmente cuando las autoridades implementan una ley o reforma, primero la idean y cuando estan por aprobarlas, nos llaman a los trabajadores a sumarnos, y eso es erroneo porque deberíamos ser partícipes de la elaboración del proyecto”.
En
este sentido, distintas organizaciones sindicales han venido
criticando el rol de la Central Unitaria de Trabajadores frente al
proceso de reforma laboral. Si bien La CUT convocó a una
manifestación nacional el pasado 22 de marzo, frente a problemáticas
como las AFP y la reforma laboral, esta resulta tardía si se
considera los constantes llamados a movilización para incidir en la
reforma por parte de organizaciones sindicales portuarias, mineras y
forestales. Sin el respaldo de la CUT, fue improductiva la
movilización de la Unión Portuaria de Chile, quienes se sentaron
con la Comisión de Trabajo de la cámara de Diputados para
expresarles propuestas e indicaciones al proyecto de reforma,
develando el carácter regresivo e impopular de esta.
Es
así como la Central no ha respondido aecuadamente frente a la
inminente vulneración de derechos laborales. Así lo expresa Jorge
Castañeda: “la CUT se ha
demostrada cooptada por una dirección partidaria sectaria, que ha
respondido a los lineamientos de la Nueva Mayoría, restándose de
apoyar las movilizaciones de los sectores de trabajadores críticos a
la reforma”, o como expresa
Viviana Delgado, “la CUT cometió
una grosera falta de independencia entrando en un proceso abierto de
descomposición al convertirse en correa de transmisión del
gobierno. Ya lo venia haciendo desde el gobierno de Piñera, con esos
acuerdos entre gallos y media noche, entre bambalinas con el ex
presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio
(CPC)”.

Finalmente,
para Jorge, “la gran tarea de las
organizaciones sindicales en Chile, es reconducir y retomar las
organizaciones de masas como la ANEF, el colegio de profesores y
principalmente la CUT, ya que, más allá de su administración, está
demostrado que la CUT es el único organismo multisindical que llama
gente, y el objetivo debe ser reconducir las organizaciones capaces
de poder incidir en las políticas a los trabajadores”
(3)
http://ciperchile.cl/2015/09/29/reforma-laboral-el-proyecto-es-un-retroceso-para-el-mundo-sindical/