Movilización Docente desde las bases del Magisterio: un avance para el Movimiento Social y Estudiantil
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(Fotografía: F. Basso) |
[Columna de Opinión]
Bayron M. Velásquez Paredes
Presidente de FEUACh
Militante del Frente de Estudiantes Libertarios
Hoy, a lo largo y ancho
del país, y en más de ciento cincuenta comunas, quienes trabajan de lunes a
domingo se encuentran movilizados, teniendo paralizado el trabajo en las aulas
donde se educan los hijos de las familias de Chile. Nuestros profesores se han
aventurado en organizar la lucha por sus demandas históricas en un escenario
sumamente adverso: por un lado, tienen un gobierno que cada vez demuestra más
su desinterés por cumplir lo prometido, y por otro, se mantiene en sus
organizaciones una directiva distanciada de lo que demandan las bases, que
actúan servil al gobierno y a sus intentos por contener el movimiento social.
Claro ejemplo de ello
es Jaime Gajardo, Presidente del Colegio de Profesores, quien aceptó una propuesta del MINEDUC por vía
telefónica sin antes consultar a las bases del Magisterio, con el fin de evitar
una paralización agendada para el lunes 10 del presente mes. Este hecho ha
desatado una explosión de malestar que ya se venía gestando al interior de la
orgánica. Sumado a lo anterior, el bloqueo comunicacional es evidente, y
resulta inaudito que una movilización presente en gran parte del país no esté siendo
atendida por los medios de comunicación.
Los profesores de Chile
están dando muestra de su compromiso con la lucha por una reforma estructural
al modelo educativo, entendiendo que la calidad de vida y trabajo de los
docentes es fundamental en la construcción de una nueva educación. Ellos han
logrado organizarse al margen de las contradictorias decisiones de sus
dirigentes, convocando desde las mismas bases a una gran cantidad de profesores
a lo largo de todo el país para movilizarse de forma activa por los cinco
puntos de la agenda corta, que corresponden a las demandas más sensibles que el
profesorado viene levantando hace largos años.

Desde el movimiento
estudiantil debemos ver con buenos ojos y entusiasmo lo que hoy ocurre dentro
del profesorado. Nuevos vientos de organización corren por dentro de un Colegio
de Profesores que lleva años en el letargo, bajo una conducción
concertacionista en la que las bases ya no depositan su confianza.
Los estudiantes debemos
esmerarnos por articularnos de forma sólida y eficiente con este sector del
profesorado que hoy se compromete con los cambios estructurales. Por otra
parte, los docentes conscientes y cansados de la histórica dirigencia del
Magisterio deben trabajar por revitalizar su órgano de lucha, logrando que el
malestar desencadenado por el “telefonazo” no se pierda en lo meramente
coyuntural, desarrollando una fuerza interna con la capacidad de destronar a los dirigentes que en reiteradas veces han
actuado con felonía y de espaldas a las bases.
Otorgar titularidad a
los profesores a contrata, dar fin al agobio laboral, aumentar el ingreso
mínimo de los docentes, instalar un bono de incentivo al retiro para sanar la
miserable situación que sufren profesores jubilados, y formar una mesa de
diálogo para pagar la deuda histórica pendiente desde la dictadura deben ser
banderas de lucha que enarbolen tanto profesores como estudiantes, así como
todas las familias de Chile, comprendiendo que la labor que realizan los
docentes es fundamental para forjar una nueva sociedad más igualitaria,
democrática, justa, no sexista, donde exista pleno resguardo de los Derechos
Sociales.